NAVIDAD EN ROVANIEMI

Todo empezo con una pelicula. Un año antes, habiamos visto «La leyenda de Santa Claus» que por cierto recomendamos a todos, donde se cuenta la historia del pequeño Nicolas, que pierde a sus padres desde niño, pero que adquiere el curioso habito de hacer regalos por navidad. Pero lo que realmente nos sedujo, eran los parajes donde fueron rodadas las escenas. Nos quedamos hasta el final de los titulos de credito para cazar nuestro dato mas importante: Lugar de rodaje: Rovaniemi!!! Ya lo tenemos!!

A partir de ahi, el sueño lejano de pasar unos dias en esa ciudad magica fue tomando forma y casi sin darnos cuenta, ahorrando de aqui y de alla, se convirtio en realidad.

Faltaba solo un mes para partir hacia nuestra aventura, cuando me tropece con esta fantastica pagina, donde encontramos contenidos en español y muchisima orientacion, pues hasta ese punto, estabamos como un pulpo en un garaje y la fecha de nuestro vuelo se aproximaba!

Fue en este punto cuando se me ocurrio escribirle a Julian, y a partir de su respuesta, fue lo mas parecido a un angel de la guarda que nos ayudo a terminar de planificar nuestro tiempo en Rovaniemi, pues hasta ese momento, no teniamos claro todo lo que podia hacerse en esa ciudad, pues solo queriamos visitar el pueblo de Papa Noel.

Julian se presto de manera muy amable a orientarnos y aconsejarnos para llenar nuestros dias de aventura, y… vaya que lo consiguio!!! Con su ayuda, pudimos reservar el tour de Santa Claus y el de las Auroras Boreales en un plis plas, mediante transferencia bancaria.

En los dias previos al viaje Julian se comporto con nosotros no como un guia, ni un comercial, sino como un amigo respondiendo pacientemente todas las dudas que le planteabamos, asi que antes de llegar, ya nos sentiamos calidamente bienvenidos a esta ciudad.

El tour de Santa Claus fue sencillamente espectacular e inolvidable. Nos recogieron en la recepcion de nuestro hotel a las 9:15 de la mañana con puntualidad britanica, alli estaba nuestro guia Sami, educado y sonriente desde tan temprano, que nos llevo en minivan hasta las oficinas centrales, que estan a pocos minutos.

La ropa con la que te equipan una vez alli, esta diseñada para que no pases frio y es muy efectiva. El personal de Lapland son todos muy amables, desde las chicas de recepcion, pasando por todos los chicos del equipo que te van dando la ropa especial.

Una vez fuera, Sami nos dio algunas indicaciones de como manejar las motos, que son muy sencillas de conducir y poco despues, nos puso la moto en marcha a cada uno de nosotros y… comenzo la aventura!

Iniciamos un divertido camino de unos 12km en moto atravesando rios helados y franjas de bosques que son un verdadero regalo para los ojos. Los paisajes naturales nevados forman un hermoso y espectacular escenario durante la travesia, que parece sacada de un cuento.

El convoy se detuvo, dejamos aparcadas las motos en hilera y nos guian hacia unas cabañas que conforman la granja de renos, donde nos hicieron el misterioso y divertido ritual del cruce del circulo polar artico.

A continuacion, un paseo en trineo tirado por renos, guauuuu, nunca hubieramos imaginado que estos animales tiran tan deprisa del trineo! Ahora entendemos como Papa Noel se hace el mundo entero en una noche! 😉

Al terminar nuestro paseo en reno, nos divertimos un buen rato tirandonos por una pendiente nevada con unos trineos que habian por alli, casi mas los adultos que los niños…

Pero una sorpresa inesperada nos aguardaba muy cerca de alli, cuando descansabamos ligeramente exhaustos de reirnos por los divertidos descensos en trineo, Sami nos llamo en privado y nos condujo a la parte posterior de la casa de madera. Cual seria el motivo?

Una vez en la puerta, tras subir unos escalones de madera, se adivinaba aun con ésta cerrada, que dentro nos esperaba un acogedor interior en el que seria muy agradable pasar unos minutos despues de estar tanto tiempo a la intemperie con temperaturas bajo cero, pues a pesar de nuestras ropas, parte de la cara queda al descubierto y se nota.

Sami nos invito a tocar, con lo que adivinamos que habria alguien dentro a quien pedirle permiso previo. Tocamos y unos segundos despues una voz contesto «adelante» y abrimos la puerta, con ganas de calentarnos un rato. Cual seria nuestra sorpresa cuando descubrimos presidiendo en medio de la habitacion a Santa Claus, comodamente sentado en su silla esperando por nosotros! No lo esperabamos y la sorpresa fue total!!! Pensabamos encontrarlo en su propia aldea o en Santa Park, pero encontrarlo alli tan inesperadamente fue una sorpresa con la que no contabamos, a la par que excitante!

Nos recibio sin prisas y no tuvo ningun problema en sacarse un par de fotos con nosotros… y con nuestra propia camara!!! Nada de caros retratos de compra opcional como en Santa Claus Village o Santa Park.

A continuacion fuimos guiados al interior de una cabaña mas grande, toda de madera, con grandes ventanales que ofrecian preciosas vistas del bosque helado y una acogedora chimenea que albergaba una agradable fogata. En el centro varias mesas donde minutos mas tarde tomariamos nuestro almuerzo, por supuesto, incluido en el tour, compuesto de comida tipica finlandesa como unas deliciosas albondigas con salsa (meatballs), pure de papas, pan con mantequilla y otras delicias del lugar, que en aquel lugar sabian realmente a gloria.

Tras un almuerzo sin prisas, en el que daba tiempo a confraternizar un poco con los compañeros de aventura, volvimos a las motos de nieve para retornar a la oficina desde la que salimos donde nos esperaba un autobus calentito que nos llevaria al pueblo de Santa Claus.

Una vez alli, nos dejan un tiempo (una hora y media creo recordar) suficiente para pasear por todo aquello y ver lo mas importante. Pasado ese tiempo, el mismo autobus nos recogio para llevarnos de vuelta a la oficina, cambiarnos de ropa y devolvernos a todos a nuestros hoteles, dando por finalizado el tour oficialmente.

Nosotros regresamos a Santa Claus Village por nuestra cuenta al dia siguiente para verlo con calma y pasar el dia entero en este magico lugar. Es facil cogiendo el autobus regular numero 8 que ademas es muy economico. (por cierto, gracias Julian de nuevo por este valioso dato)

Nos dio tiempo tambien de visitar el Santa Park, que es un pequeño parque tematico en el interior de una cueva, muy acogedor porque no pasas frio en ningun momento, donde pudimos disfrutar de un bonito espectaculo representado por unas bellisimas elfinas mientras almorzabamos en las mesas dispuestas por toda la sala.

Tambien tuvimos la oportunidad de asistir a la escuela de Elfos, visitar de nuevo a Santa, o divertirnos con la princesa de hielo en la parte artica del parque, donde ademas hay un area refrigerada donde se pueden admirar esculturas de hielo y tomarte un chupito en el bar de hielo que hay en su interior. Hasta los vasos son de hielo!!!

Esa misma noche nos pasarian nuevamente a recoger en la recepcion de nuestro hotel para llevarnos al siguiente tour contratado, el de las auroras boreales. Se trata basicamente de equiparnos con la misma ropa termica del primer tour, y nos llevan en autobus a unos 50km al norte de la ciudad, adentrandonos en la oscura y nevada noche para acampar al lado de un rio helado junto a un fuego, donde asamos salchichas y esperamos pacientemente a que alguna aurora nos adornara el cielo. No siempre se ven y no son predecibles, sobre todo si el cielo esta nublado, pero la sola experiencia de compartir un ratito de acampada nocturna en compañia de otras personas, asando salchichas pinchadas en una ramita al fuego, son experiencias que no tienen precio.

Al termino de esta actividad, se tiene la oportunidad de visitar un pequeño pub-karaoke calidamente ubicado en el interior de una antiquisima cabaña, donde el calor tanto del ambiente como de la educacion de sus gentes, te invita a pasar y permanecer un rato alli, antes de subirte de nuevo al bus para regresar a los hoteles.

En pocas palabras, nuestra estancia en Rovaniemi fue inolvidable y ademas de que hicimos muchas fotos, las mas bellas no vinieron en nuestra camara, sino grabadas en nuestra retina para siempre.