El fin de semana pasado estuve en Salla. Es un destino bastante desconocido, pequeñito, en mitad de Laponia a caballo entre Rovaniemi y Kuusamo. Su situación es ideal porque es posible volar a cualquiera de estos dos aeropuertos, lo que facilita el tema de vuelos que, especialmente en algunas fechas, puede resultar un problema.

Se encuentra a 150 km de Rovaniemi y 112 de Kuusamo, y a tan solo 20 km de la frontera con Rusia. Desde la montaña de Sallantunturi, donde además encontraremos una estación de esquí, en días despejados podremos divisar  los páramos de Rusia a pocos kilómetros. Si optamos por viajar en verano, existe la posibilidad de hacer un crucero en barcazas de iglesia (grandes barcas de madera) por un lago situado entre Finlandia y Rusia… aunque no esperéis entrar en Rusia de esta forma porque nos toparemos con la valla de seguridad en mitad del lago y las torres de vigilancia, lo que le da un toque bastante interesante a la excursión.

La estación de esquí, a la que en su momento dedicaremos un post completo, fue galardonada con el título de «Estación de Esquí del año en 2009» y en ella se han disputado algunas pruebas del campeonato del mundo en alguna de sus 3 pistas negras. En cualquier caso, existen pistas de todos los niveles para disfrute hasta de los más inexpertos esquiadores.

Las actividades son las que se pueden hacer en otros destinos en Laponia, pero en esta ocasión en un destino súper compacto y un entorno único, a los pies de la montaña de Sallatunturi. Me llamó la atención el parque de renos y huskys, con una exhibición muy realista sobre los depredadores del reno (lobos, glotones, etc), y la naturaleza del lugar.

Es interesante también ver como hacen la llamada de los renos para que acudan a comer…. el pastor empieza a gritar vete tu a saber qué y, de repente y de la nada, empiezan a acudir renos uno tras otro. De repente estabamos rodeados por unos 30 de estos animales mientras les dábamos de comer… precioso.

Del alojamiento hablaremos en post dedicados especialmente a las cabañas de la zona (de gran calidad) y al balneario, con  2 piscinas, jacuzzi, y diferentes tipos de chorros y masajes.

Sin duda un destino ideal para familias, que buscan equilibrio entre actividades y tranquilidad en Laponia. Se puede hacer una combinación perfecta de motos de nieve, renos y huskys, con algún día de esquí y tardes de balneario o de relax junto a la chimenea de la cabaña… Vamos, que tengo que volver y, la próxima, con mi familia!

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